La administración de Homeopatía en los niños es aconsejable por su eficacia y seguridad, tanto en patologías agudas y frecuentes, como crónicas o de difícil tratamiento. Además de carecer de efectos secundarios, alivia de forma inmediata procesos tales como: la dentición, la irritación de la piel, el cólico del lactante y digestiones difíciles, trastornos del sueño y nerviosismo, picaduras de insectos, dermatitis y eccemas, alergias, mareos en viajes, dolencias del sistema respiratorio, etc., reforzando su sistema inmunitario.
Las formas más habituales en las que se presentan los medicamentos homeopáticos (gránulos y glóbulos), hacen que sean ideales para su administración a niños. Al ser pequeñas esferas de sacarosa y lactosa, se deshacen bajo la lengua y su ligero sabor azucarado facilita su aceptación por los niños, como si de un caramelo se tratara.
Las plantas medicinales pueden ser una herramienta muy valiosa para su prevención y tratamiento. Algunas de las enfermedades respiratorias más comunes son:
El niño que sufre asma tiene dificultad para respirar, tos, opresión en el pecho y sibilancias o pitos respiratorios. Utilizando correctamente la medicación, podemos controlar la enfermedad y anticiparnos a posibles crisis.
De origen diferente pero síntomas parecidos, ambas infecciones respiratorias de las vías altas, se presentan con tos, mucosidad y fiebre. En su tratamiento lo fundamental es detener los síntomas evitando así sobreinfecciones.
Se trata de la inflamación de la mucosa que tapiza los bronquiolos. En niños de menos de dos años es la primera causa de hospitalización.
Dificultad al inspirar. Caracterizada por afonía, ruido al inspirar y tos persistente.
La inflamación de los pulmones por la infección de un virus o una bacteria, se caracteriza por la presencia de fiebre alta, escalofríos, dolor intenso en el costado afectado del tórax, tos y expectoración.
Hoy se admite unánimemente que determinados trastornos gastrointestinales van unidos a la sensibilidad a determinados alimentos y componentes de los mismos. Algunas de las manifestaciones más frecuentes que afectan al sistema digestivo se encuentran en la alergia a determinados alimentos y las intolerancias alimenticias.
La diferencia entre una y otra reside en que la alergia a los alimentos se manifiesta con una reacción causa-efecto rápida. En cambio, la intolerancia alimentaria es un proceso menos fácil de detectar. Se debe a la formación de anticuerpos frente a determinados alimentos, que en algunos casos pueden desencadenar trastornos digestivos. Las intolerancias más conocidas son: a la lactosa, gluten, fructosa, sacarosa, galactosa, etc. El Test de tolerancia alimentaria es una de las herramientas idóneas para contar con un correcto diagnóstico. Consiste en una sencilla extracción de sangre, que permite analizar la reacción de los anticuerpos del paciente ante más de 200 alimentos, identificando a los que tiene rechazo, los que se recomienda eliminar y la dieta más adecuada para mantener la salud.
Algunas de las enfermedades de la piel más comunes en bebés y niños son:
Durante la tercera semana de vida, suelen aparecer en las mejillas del bebé pequeñas pústulas rojas con nódulos amarillentos que no pican. Este trastorno está relacionado con los cambios hormonales que se producen tras el nacimiento.
Se presenta durante la 3ª y 6ª semana de vida. Es de origen hereditario. Aparecen en las mejillas pequeñas pústulas rojas con nódulos amarillentos que pueden picar, dejando cicatriz.
Enfermedad inflamatoria no contagiosa que se presenta en forma de brotes y con picor intenso. Las lesiones eczetomatosas aparecen en la piel en diferentes localizaciones: en la cara, en los bebés más pequeños; en las manos, cuando comienzan a tocar objetos o alimentos; también aparecen en el pliegue del codo, detrás de las rodillas, tobillos, muñecas, tras las orejas, en el orificio de los pendientes, etc. La piel se presenta seca, a veces con granitos en brazos y muslos.
Se manifiesta como un conjunto de protuberancias rojas localizadas por lo general en la parte superior de brazos, muslos, glúteos y rostro. Su origen es el exceso de queratina en los folículos pilosos de la piel. Aparece durante los 10 primeros años de vida, manifestándose más frecuentemente en invierno.
Se presenta comúnmente en niños de 3 a 16 años, con manchas de color rosa pálido o rojo en las mejillas, cuello, brazos y mitad superior del cuerpo, en algunas ocasiones con picazón. Tras varias semanas las lesiones se tornan de color pálido o blanco. Aunque aparece sobre todo en invierno, es más evidente en verano, cuando el resto de la piel se broncea, mientras las manchas siguen siendo claras.
Decoloración amarillenta de la piel, membranas mucosas y ojos por exceso de bilirrubina en sangre. Aparece durante los primeros días de vida. Es más común en los bebés prematuros después de una semana.
Infección cutánea contagiosa, frecuente en la población infantil, causada por dos especies de bacteria. Aparecen ampollas en cara, cuello, manos y área cubierta por el pañal.
Es el nombre médico de la piel seca. Es un signo muy frecuente en niños con Síndrome de Down. Está causada por una falta de hidratación en la piel.
Se ha analizado una muestra de 20.588 niños y niñas de entre 3 y 12 años de 75 municipios españoles. Entre los datos de este estudio transversal destaca que uno de cada cinco niños y niñas de entre 3 y 5 años sufre exceso de peso, lo que se concreta en una prevalencia de la obesidad del 5,7% y del sobrepeso del 16,2%. Si se analizan los datos con niños y niñas de 3 a 12 años, los porcentajes se elevan hasta el 21,2% en sobrepeso y hasta 7,1% en obesidad.
En nuestra consulta realizaremos al niño/a un estudio pormenorizado de las causas de su obesidad o sobrepeso y le ofreceremos el tratamiento natural más acorde a su constitución.